Autoras:

Maribel Giraldo Isaza – Directora de Proyectos

María Eugenia Londoño Londoño – Directora de Proyectos

Se ha demostrado que el apoyo nos protege del daño que pueden hacer los factores de riesgo psicosociales a los que estamos expuestos, y no tener apoyo, en sí mismo nos hace daño. Es así como el vínculo es una necesidad básica de los seres humanos. La pertenencia y la conexión nos importan, necesitamos sentir que somos apreciados, valorados y que hacemos parte de algo. Esto sucede tanto en nuestra vida en general, como en nuestro trabajo.

En una jornada normal de trabajo interactuamos con otros, establecemos relaciones, algunas más cercanas que otras; podemos o no sentir que contribuimos, que nuestras ideas son tenidas en cuenta; podemos necesitar la ayuda de otros y encontrarla, o no. Los resultados de estas acciones del día a día determinan en gran medida el cariño que le tenemos a la organización y el propio bienestar.

Entendiendo esto, cuando diseñamos nuestro modelo de Clima Laboral incluimos el APOYO. En él se evalúan aspectos relacionados con la importancia que se da en las organizaciones a la cohesión, la participación y el sentido de hacer parte de una “gran familia”.

Cuando el APOYO es fuerte, generalmente se valoran positivamente los objetivos comunes, la colaboración, la cohesión, la participación y el desarrollo de las personas. Así mismo, es común que se ejecuten acciones para que las personas compartan los mismos valores, creencias y principios. Todas éstas son características comunes en las organizaciones consideradas un lugar amigable para trabajar, para desarrollarse y compartir.

Este es el aspecto que muestra una mayor capacidad de predecir la calidad total del clima, lo que lo señala como estratégico para la gestión.

En APOYO se evalúan tres componentes: Apoyo Social, Compromiso y Apoyo de la Organización.

Apoyo Social. Contar con la ayuda de otros. Los asuntos sociales del trabajo impactan no solo otros aspectos del ambiente laboral, sino también la calidad de vida de las personas. La naturaleza social del ser humano conlleva a que la interacción con los otros determine la interpretación de su entorno y en gran parte su actuación.

Compromiso. Querer la organización. La vinculación emocional es la que mayor potencial posee de incidir sobre la Intención de permanecer, aceptación de normas, y disposición al esfuerzo. El compromiso afectivo favorece la satisfacción laboral, y la presencia de comportamientos extra-rol que benefician a la organización y sus miembros.

Apoyo de la organización. Valorar las contribuciones y preocuparse por los empleados. Los individuos generan lealtad hacia la organización cuando esta realiza acciones que los benefician. De ahí surge la necesidad de responder de la misma manera. Dicha relación de reciprocidad fortalece la confianza entre la organización y el empleado.

En Siete podemos acompañarte en la evaluación y gestión del clima laboral.

Contáctanos para que juntos hagamos del mundo del trabajo un lugar más amable y cálido.