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Cultura Organizacional ¿Por qué copiar y pegar no siempre resulta? O de la relación entre el Culto Cargo y el fenómeno del Silicon Valley.

Autor: Alejandro Sanín Posada 

Es lo que hacen en Silicon Valley. Seguramente han notado, como yo, el uso a veces indiscriminado de esa frase, para reforzar y argumentar la implementación de estrategias en las organizaciones actuales. Lo utilizan en casi todas las áreas de la organización incluyendo la de gestión humana.

Estamos copiando la práctica, pero no la cultura que la sustenta. Y eso se debe a un error común: considerar que él éxito de una organización radica exclusivamente en sus prácticas

Y no es que eso esté mal. Los procesos de referenciación son fundamentales para aprender y mejorar. Si vemos a alguien exitoso, es normal que queramos saber cómo lo logra. Nos interesa que nos comparta los detalles porque creemos que, así, encontraremos el secreto para ser también exitosos.

Sin embargo, muchas veces estamos copiando la práctica, pero no la cultura que la sustenta. Y eso se debe a un error común: considerar que él éxito de una organización radica exclusivamente en sus prácticas. Si eso fuera cierto, todos los imitadores serían también exitosos. Pero sabemos que no es así. De hecho, suele afirmarse en la literatura administrativa que lo que hace exitosa a una organización es aquello que sus competidores no pueden imitar. Si lo que hacemos y cómo lo hacemos es fácilmente imitable, estamos destinados a desaparecer, pues prontamente alguien encontrará una manera más barata y rápida de hacerlo.

¿Por qué entonces cometemos ese error?

Resulta que las prácticas son observables. Típicamente se presentan en forma de procesos o metodologías a seguir (paso 1, paso 2, paso 3) y suelen estar documentadas, lo que reduce la ansiedad producida por la incertidumbre de no saber cómo actuar. Digamos que el saber qué y cómo debemos hacer las cosas nos genera una especie de tranquilidad cognitiva y emocional. A todo eso se le suma que estas prácticas suelen ser respaldadas por expertos que aseguran que la esencia del éxito de las organizaciones (en nuestro ejemplo las de Silicon Valley) se esconde en su ejecución.

Por favor, no nos extrañemos de que esto sea así. El ser humano suele pensar en términos de causa-efecto. Es natural entonces que cuando tratamos de responder a la pregunta sobre el éxito consideramos como posibles explicaciones lo que observamos directamente. Es algo parecido a lo que sucede con los Cultos Cargo.

Culto Cargo, es el nombre que se ha dado a la veneración religiosa que en muchas tribus de Oceanía se tiene por los aviones de carga. Seguro muchos ya habrán escuchado o leído sobre eso, y otros, como yo, tal vez apenas se estén enterando del fenómeno. Por favor permítanme explicar qué tiene eso que ver con lo que veníamos discutiendo.

La práctica por sí sola es incapaz de generar los efectos que esperamos si no se sustenta en valores, principios y creencias coherentes con ella

En varias tribus de Oceanía reemplazaron hace varias décadas a sus dioses y rituales tradicionales por ejercicios que imitan los entrenamientos militares y por movimientos de controladores aéreos; todo con la idea de que al hacerlo llegarán aviones cargados de comida. El origen de estos cultos tiene que ver con que en muchas islas de este continente hubo bases militares durante la segunda guerra mundial. Así que, personas que nunca habían visto un avión se encontraron de repente con estos sobrevolando sus hogares. Y muchos de estos aviones, sobre todo los más grandes (los de Carga), venían repletos de comida y suministros.

Imaginemos por un momento lo que uno de estos pobladores pudo pensar: “Danzo para que llueva y a veces sucede y a veces no; Rezo para que la cosecha o la pesca sea buena y muchas veces es así, pero otras no. Sin embargo, los rituales de estos extraños (en ese caso los ejercicios de entrenamiento militar y los movimientos de los controladores aéreos) logran que aparezca en los cielos un ser gigantesco cargado de alimentos”. Y como buenos seres humanos (recordemos: pensamiento causa-efecto), lo más inteligente que pueden entonces hacer es empezar a imitar las prácticas de estos extranjeros (porque eso es lo que pueden observar).

¿Es claro ahora en qué se parecen los Cultos Cargo y lo que estamos haciendo con el fenómeno Silicon Valley? La práctica por sí sola es incapaz de generar los efectos que esperamos si no se sustenta en valores, principios y creencias coherentes con ella.

 

Miremos un ejemplo con los OKRs (metodología de gestión y evaluación de empleados basada en resultados y objetivos clave)

No es lo mismo trabajar con ella en empresas estadounidenses, cuya cultura suele ser logradora, resultadista y competitiva, que hacerlo en culturas latinas, donde se valoran más otras cosas. Pensemos que en ese país para ingresar en una muy buena Universidad el estudiante de preparatoria debe tener excelentes calificaciones, además debería tener créditos acumulados por trabajos extracurriculares, y una excelente hoja académica. En fin, que para ingresar a una buena universidad debes ser una persona logradora. En Latinoamérica, por lo general, se necesita dinero o pasar un examen de admisión. Es decir, pudiste haber sido un estudiante promedio o regular y, aun así, tener el chance de entrar en una muy buena universidad. Claro que haber sido buen estudiante te abre puertas con más facilidad, eso no está en discusión, pero haber sido regular no te las cierra.

No es extraño entonces que cuando empresas latinas intentan implementar OKRs, se encuentren con barreras que los expertos de Silicon Valley desconocen o que si las enfrentaron las superaron con más facilidad. Seguro quienes ya han empezado a implementar esta metodología en Latinoamérica, tienen muchos ejemplos sobre lo que estoy diciendo. Uno habitual: Profesionales que no saben definir un objetivo, ni diferenciarlo de un resultado clave.

Así que, al igual que no bajará del cielo un avión cargado de comida solo por batir banderitas en el aire, tampoco vamos a ser exitosos sólo implementando OKRs. Ambas prácticas funcionan, pero requieren algo más para que así sea.

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